Implantados en el centro de la Avda. de la Constitución de Novelda, formando esquina con las calles Alcalde Manuel Alberola y Vicente Blasco Ibáñez, se alzan tres bloques de edificios con una arquitectura totalmente distinta a la de todos los inmuebles circundantes. Estos edificios, testimonio vigente del tipo de construcción que se hacía en los años 90, despliegan una contundencia volumétrica que supera con creces las alturas permitidas por el actual planeamiento urbanístico. Difícilmente volveremos a ver edificios de nueve alturas en Novelda.

Esa morfología singular también se manifiesta en la vivienda que visitamos; un cuarto piso en esquina con una distribución inusual, atípica, donde todas las estancias, incluidos los dos cuartos de baño, recaen a la línea de fachada.

Sus 114 m² revelan una manera muy particular de vivir lo cotidiano, donde toda la responsabilidad de seducción recae sobre un salón que se expande hacia una terraza completamente acristalada en el chaflán. El enorme ventanal del balcón acapara toda la atención, recortando un paisaje urbano por donde entran los rumores de la calle y la luz del atardecer. Te pasarías la vida entera mirando por esta ventana. Con razón el constructor del edificio eligió esta misma vivienda para vivir.

A partir del salón se articula un pasillo que presenta una secuencia lineal de dormitorio, cocina con galería enfrente acristalada, cuarto de aseo, baño completo, otro dormitorio y remata el recorrido con el dormitorio principal.

El resultado es una vivienda netamente personal, que se abre a la ciudad desde todos sus ángulos y que se beneficia de una luminosidad y un confort térmico excelentes gracias a su extensísima línea de fachada.