De esta casa me gusta todo, menos que no sea mía. Un recorrido minucioso por la propiedad nos da cabal conciencia de su austera y elegante simpleza formal.

El trazado del inmueble se organiza en dos alturas, desarrollando en la planta baja los sectores más sociales como estar, comedor y cocina, y distribuyendo en el piso superior las áreas más privadas, es decir, dormitorios y cuartos de baño.

La flexibilidad de su disposición interior permite que cada una de estas estancias se abra a las demás obteniendo, entre ellas, una gran transparencia visual, una profusión de luz natural y una sensación plena de espacialidad.

Toda la planta baja está distribuida para una forma flexible y descontracturada de vida. El salón principal se conforma dentro de un recinto diáfano, transformándose en un ámbito idóneo de encuentro y vinculación con amigos o familiares. El comedor se unifica visualmente con la cocina a través de la continuidad material del enlosado.

En la cocina, donde redunda la modernidad, impera el espíritu práctico y funcional, con una bancada en L que la separa de un práctico office y un patio

Junto a la cocina, se alojan un cuarto de aseo y una salita que puede hacer las funciones de playroom, un espacio para el entretenimiento y el ocio de niños y adolescentes.

En la planta superior, donde se respira una atmosfera intimista, se localizan los dormitorios. Un dormitorio principal con baño privado en suite y dos dormitorios juveniles que comparten un segundo baño. Todas las habitaciones emanan un clima informal y a la vez sosegado, que invitan al merecido descanso.

El edificio se corona con una buhardilla caracterizada por la claridad imperante. Sin duda, un pequeño refugio con una sucesión de posibilidades, que se expande hacia el exterior a través de dos terrazas a ambos lados, invitando a disfrutar del sol o a relajarse contemplando el entorno urbano.

Como resultado final, una residencia con identidad propia, práctica, joven y para siempre. No dejes de ver el vídeo para conocerla mejor.